¿Cómo medir la salud financiera?
17/12/2021 | El concepto de salud financiera se enfoca en qué tan bien les está yendo a las personas en sus vidas financieras. Como se mencionó en la publicación del blog anterior de esta serie, los responsables de formular las políticas están cada vez más interesados ​​en este concepto y algunos buscan las maneras de aplicarlo en sus estrategias nacionales.
¿Cómo medir la salud financiera?
Fuente de la Imagen: Portal FinDev

Pero, para tomar decisiones políticas o diseñar productos financieros que respalden la salud financiera, debemos medirlo. La pregunta es: ¿cómo hacerlo?

La salud financiera es un concepto multifacético y medidas estándar de inclusión financiera, como el acceso o el uso de cuentas bancarias, no alcanzan a captar su esencia. No nos dicen si los servicios financieros están contribuyendo al bienestar financiero de una persona o de un hogar, ni arrojan luz sobre la capacidad de las personas para administrar sus obligaciones financieras o tener confianza en su futuro financiero. De manera similar, las medidas de la situación laboral o los ingresos tienden a pasar por alto la dificultad que tienen muchas personas para manejar los altos costos de vida, la fluctuación de los ingresos, las crisis financieras o las deudas.

Por el contrario, la medición de la salud financiera investiga si las herramientas económicas y financieras disponibles para una persona están funcionando de manera efectiva, tanto a corto como a largo plazo. Se requieren técnicas de medición específicas, y los responsables de la formulación de políticas y los proveedores de servicios financieros buscan orientación técnica sobre cómo utilizarlas correctamente.

En nuestro nuevo informe, el Grupo de Trabajo de Salud Financiera, convocado por S.M. la Reina Máxima de los Países Bajos, Asesora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre Inclusión Financiera para el Desarrollo (UNSGSA), explica los conceptos técnicos necesarios para la medición de la salud financiera, explora controversias y presenta los diversos enfoques de medición que ya han surgido.

Medir una variable oculta y multidimensional

Un desafío central es que la salud financiera no se puede observar de forma simple y directa. La solución a consiste en seleccionar un breve conjunto de preguntas que reflejen con precisión este atributo subyacente.

Hasta la fecha, los datos provenientes de encuestas auto administradas han sido la base principal para las medidas de salud financiera. Los breves cuestionarios utilizados en tales encuestas se han obtenido utilizando uno de dos enfoques: analítico, donde el énfasis está en la validez estadística de las medidas resultantes; o mediante el juicio de expertos, donde el énfasis está en desarrollar un conjunto de indicadores conceptualmente distintos pero coherentes que puedan respaldar un llamado a la acción.

El enfoque analítico es muy similar a los métodos utilizados en los cuestionarios psicométricos para estimar las actitudes o los rasgos de personalidad de una persona y, a menudo, se centra en las percepciones. Una pregunta de muestra de este tipo de encuesta de la Escala de bienestar financiero (i) de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor de EE. UU., cuestiona qué tan bien describen al encuestado, afirmaciones como la siguiente: "Solo me las arreglo financieramente".

Las preguntas derivadas de un enfoque de juicio de expertos tienden a ser más concretas, como es el caso de esta pregunta de Financial Health Network (i): "Con su nivel actual de gastos, ¿cuánto tiempo usted y su hogar podrían permitirse cubrir sus necesidades si tuviera que vivir solo con el dinero que tiene disponible, sin retirar dinero de su cuenta de jubilación o pedir prestado?”. Los problemas relacionados con la elección de estas preguntas pueden volverse complejos. Nuestro informe intenta resolverlos para aquellos que no son especialistas.

Más recientemente, algunos investigadores están utilizando datos administrativos, como saldos de cuentas o transacciones, ya sea solos o como complemento a los datos de la encuesta, para obtener medidas de salud financiera. La Escala de Bienestar Financiero del Commonwealth Bank of Australia, por ejemplo, utiliza datos como la frecuencia con la que el saldo bancario de una persona cae por debajo de su gasto semanal promedio. Debido a que estas medidas son verificables y se registran en tiempo real, pueden proporcionar una mejor aproximación a una situación que cambia rápidamente (como durante la pandemia (i)).

Sin embargo, cada institución financiera tiene una parte incompleta de los registros de transacciones del cliente y, por lo tanto, solo una vista parcial de la vida financiera del mismo. En entornos con una gran proporción de adultos excluidos del sistema financiero formal, los datos administrativos también pasarán por alto segmentos importantes de la población.

En todos estos ejemplos, los investigadores seleccionaron un conjunto final de preguntas de un conjunto más extenso, utilizando criterios estadísticos y otras consideraciones prácticas o políticas. Cuando se implementan estas encuestas, las respuestas de cada individuo se agregan para producir un "puntaje" o "índice" de salud financiera como una medida final para esa persona.

Elegir entre muchas opciones y enfoques

Para los interesados ​​en medir la salud financiera, la buena noticia es que hay mucha experiencia y muchos ejemplos de los que aprender. La mala noticia es que no existe un método único y ampliamente aceptado para establecer este estándar. Las medidas están cambiando y es posible que deban adaptarse a los contextos específicos de cada país. No obstante, los formuladores de políticas deben ver este menú de opciones para medir la salud financiera como un activo, dado que les otorga la flexibilidad de seleccionar el enfoque que mejor se adapte a sus necesidades, capacidades y limitaciones específicas.

¿Cuál es el siguiente paso para la medición de la salud financiera?

Existe consenso para que la comunidad de investigadores apoye la medición de la salud financiera en los países de ingresos bajos y medianos. Se están realizando esfuerzos de medición a nivel nacional en un número creciente de países y la edición 2021 del Global Findex proporcionará respuestas a preguntas clave sobre salud financiera.

A medida que estas iniciativas publiquen sus resultados en 2022, aprenderemos más sobre la salud financiera de gran parte de la población mundial. Estos resultados pueden permitir el desarrollo de un conjunto de herramientas de salud financiera global y servir como base válida para comparaciones internacionales.

Con medidas empíricas de salud financiera, tanto los diseñadores de políticas como los de productos pueden desarrollar políticas y modelos que promuevan la salud financiera, evalúen el progreso y lo que funciona. Creemos que los esfuerzos locales, combinados con un proceso colaborativo de varios países, proporcionarán los datos y los recursos de conocimiento que pueden guiar la toma de decisiones y respaldar el bienestar financiero de las personas.

Fuente: Portal FinDev
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